Además de virus, mohos y levaduras, hay siete bacterias muy comunes en los alimentos, y como éstas son agentes patógenos que enferman el organismo, es necesario tomar algunas precauciones para evitar malestares y complicaciones en la salud.
Las bacterias son los patógenos más conocidos responsables de infección y contaminación alimentaria. La ciencia ya ha descubierto sus debilidades y sus fortalezas, sabe cómo actúan y cómo se multiplican, qué alimentos afectan y cómo evitarlas.
Estos seres microscópicos pueden provocar infección cuando consumimos alimentos contaminados con alguna de las bacterias vivas que provocan la enfermedad. La intoxicación, por su parte, se produce cuando ingerimos alimentos que antes contaminaron con las bacterias que a su vez producen toxinas, y son éstas últimas las que causan la enfermedad.
En cualquier caso, sea infección o intoxicación, el denominador común son síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarreas, calambres y fiebre, entre otros. A continuación las bacterias más comunes, dónde se encuentran normalmente y las recomendaciones de rigor para evitar malestares.
Las 7 Bacterias que más comemos
1- Salmonella
Esta bacteria se encuentra principalmente en los huevos crudos y en todas las preparaciones donde se utilice a modo de ingrediente como en la mayonesa y la crema batida. También es común encontrarla en aves crudas o poco cocidas, y en alimentos elaborados que dejamos a temperatura ambiente durante varias horas.
Recomendaciones:
NO lavar los huevos porque la Salmonella se encuentra en la cáscara. Ésta es muy porosa y la humedad facilita la penetración de bacterias hacia el interior. Por supuesto, no usar los huevos rotos y tampoco aquellos que tengan restos de plumas o heces. Aunque se pueden conservar a temperatura ambiente, es recomendable guardarlos en la nevera para aumentar su vida útil.
2- E. coli
Está presente en la carne cruda o poco cocida, en los productos frescos y en la leche cruda, y en los jugos de fruta sin pasteurizar. También en el agua contaminada o sin un adecuado tratamiento de potabilización.
Recomendaciones:
Cocinar muy bien la carne de res, especialmente las hamburguesas. Evitar el consumo de leche no pasteurizada o del agua no potabilizada. Desinfectar los vegetales que vayamos a consumir crudos o lavarlos con abundante agua.
3- Listeria monocytogenes
Este patógeno es común en alimentos refrigerados donde se multiplica rápidamente. También en productos industrializados a base de carne de res, pollo o pescado, ahumados y en conserva, en leche cruda, quesos blandos.
Recomendaciones:
Evitar el almacenamiento prolongado de vegetales. Limpiar y desinfectar las superficies de uso y los utensilios en contacto con alimentos crudos. Mantener muy limpia nevera y congelador, y cocer bien los alimentos.
4- Campylobacter jejuni
Pollo y pescado crudo o poco cocido, leche sin pasteurizar y agua contaminada.
Recomendaciones:
Para evitar la contaminación cruzada nunca se debe mezclar carne cruda con alimentos ya cocidos. Esta práctica facilita el desarrollo de esta bacteria. Además, es importante limpiar muy bien tablas de cortar, platos y utensilios en general.
5- Staphylococcus aureus
Alimentos cocidos ricos en proteínas como jamón, y carne de pollo y pavo. También pasteles rellenos de crema, productos lácteos y ensaladas.
Recomendaciones:
Como es una bacteria muy resistente a las condiciones ambientales y en la mayoría de los casos son los manipuladores de este tipo de alimentos su principal vía de propagación, es imprescindible mantener una buena higiene. También es importante mantener los alimentos refrigerados porque el frío impide que se forme la toxina que desencadena la infección en humanos.
6- Shigella
Fácil encontrar esta bacteria en productos lácteos, carne de res y de pollo, frutas, verduras y ostras crudas, y en agua no potabilizada o contaminada.
Recomendaciones:
También en este caso es importante evitar la contaminación cruzada. Además, mantener los productos crudos en refrigeración y evitar su consumo si no están bien cocidos.
7- Yersinia enterocolítica
Carne de res, pescados y mariscos crudos, productos lácteos frescos y agua no potabilizada o contaminada.
Recomendaciones:
Como se trata de una bacteria resistente al frío, es necesario evitar conservar los alimentos en refrigeración durante largos períodos de tiempo. También evitar la contaminación cruzada, el consumo de carne o pescado crudo, y siempre extremar las condiciones de higiene en la cocina.