Mucho mejor que comprar una vida, es el decidir salvar una.
Me parece bastante duro ver las tiendas de mascotas todos los fines de semana, atestadas de parejas y familias eligiendo entre perros con una libreta que demuestra su pasado de sangre fina. Me parece aún más duro el saber que esas personas están dispuestas a pagar precios absolutamente ridículos, por tener a estos perros, adorables sin lugar a dudas, para pasearlos por el parque y recibir piropos de lo geniales que son. Me parece ridículo, sabiendo la cantidad desmesurada de animales que viven en condiciones deplorables, en las frías calles, con hambre, llenos de pulgas y otros males.
A raíz de este comentario bastante personal, me parece muy interesante también, el experimento a continuación. Ya que al igual que un vestido de segunda mano dentro de una caja de Chanel, un perro mestizo tras una vitrina, puede engañar hasta a los más fanáticos de las razas o las marcas.